sábado, 22 de diciembre de 2012

Vibra el Coliseo con Jennifer López y Wisin y Yandel


#Noticia Vibra el Coliseo con Jennifer López y Wisin y Yandel
Vibra el Coliseo con Jennifer López y Wisin y Yandel Una diva y dos extraterrestres navegaron anoche por un espacio de estrellas y éxitos bailables hasta aterrizar en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, en Hato Rey. Acomodados allí, frente a miles de asombrados espectadores por su llegada, los tres unieron fuerzas para demostrar su liderato.
¿El nombre de su nave? ¡Follow the Leader! Fue precisamente ese el lema del concierto que la cantante Jennifer López y el dúo reguetonero Wisin y Yandel ofrecieron individualmente para la fanaticada boricua en su llegada a su tierra natal o hereditaria. A ella le confirmaron con el espectáculo que de liderazgo sí saben. Como buenos líderes tenían un objetivo: divertir. También explotaron sus fortalezas: el baile, la energía y el orgullo patrio. Manifestaron carisma, una cualidad que les permitió dirigir a la multitud hacia una noche llena de vivacidad y alegría musical.
El show, que repite hoy, arrancó a eso de las 9:30 p.m., cuando cayó una tela que proyectaba la imagen de un diamante gigante. La llamada Diva del Bronx apareció entonces con su acostumbrado glamour y sensualidad mientras doblaba el tema Never Gonna Give Up con la ayuda de una grabación y rodeada de bailarines.
Entre visuales de espejos, la artista entró al escenario escondida detrás de una concha de plumas blancas. Una vez destapada, la intérprete se despojó de un sombrero ruso y fue cargada por sus bailarines hasta el centro de la tarima, donde se removió una falda y reveló finalmente su voluptuosa figura. La muchedumbre enardeció al ver aquel cuerpo en ropa que simulaba la desnudez.
“¡Puerto Rico, vamos a hacerlo! ¿Listos? ¡Los quiero escuchar cantar!”, gritó y la audiencia enloqueció en gritos.
De inmediato pasó al corte Get Right y la Jenni hizo alarde de su dominio en el baile a la vez que sacudía las caderas al ritmo del sonido repetitivo de una trompeta. Más tarde, conservando el aliento entre tanto movimiento, la estrella de Hollywood le contagió emoción a los espectadores al entonar su éxito Love Don’t Cost a Thing. Luego tomó un minuto para observar a sus seguidores.
“¿Cómo se sienten todos esta noche? ¿Se sienten bien? Yo me siento bien. Saben, este es uno de nuestros últimos show. La gira entera se termina aquí en Puerto Rico con ustedes y se siente muy bien.Me siento en casa aquí. Gracias por estar esta noche conmigo. Yo no quiero ver a nadie sentado. Vamos a hacer un trato. Es muy simple. No hay que hacer mucho. Yo haré todo el trabajo. ¿Van a cantar conmigo? ¿Van a bailar conmigo? ¡Eso es!”, dijo.
La función siguió con el contagioso número I’m Into You y, aunque no es secreto que J.Lo no vocaliza a lo Celine Dion, anoche quedó evidenciado que a sus 43 años tiene el poder de fascinar con sus presentaciones. Sacudía las caderas y remeneaba el trasero con una agilidad que figuras como Britney Spears han perdido a temprana edad. La actriz hipnotiza en sus shows y, por si cabía duda alguna, apostó rápidamente al sencillo discotequero Waiting For Tonight.
Con el Coliseo hecho una discoteca y revolcándose de forma provocativa por el suelo, muchos presentes quedaban boquiabiertos.
Su novio Casper Smart lo veía todo desde el público, puesto que no bailó en esta ocasión, sino que observó todo el acto desde una silla ubicada sobre una tarima elevada en la parte trasera de la sección arena. Así se gozó el espectáculo en el que lleva bailando este año por el mundo. Tan pronto su amor se asomó en un cuadrilátero de boxeo, el joven no pudo evitar mover un poco el esqueleto desde su asiento al compás del corte Goin In.
“Es mi honor estar aquí. Hace 11 años estuve aquí. Ha sido un tiempito y se siento rico estar de vuelta. Es como un cierre muy bonito de mi gira mundial. ¡Es perfecto! Vieron el tipo que se caía en el cuadrilátero. Se caía, pero se levantaba. Así lo hacen los boricuas. Ustedes saben de dónde soy. Soy una simple chica puertorriqueña del Bronx”, señaló antes de un popurrí de I’m Real, All I Have y Aint it Funny, que la devolvió a sus raíces en el hip hop.
Al cierre de esta edición, Wisin y Yandel todavía debían rapear éxitos como Rákata, Abusadora, Sexy movimiento, Te siento y Me estás tentando.

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